¡Una obra es una obra! El jefe era joven, bajito y rubio, y los trabajadores eran todos negros grandes, con todo lo que ello conlleva. No me extraña que estando sola todo el día en la oficina, esta chica se aburriera. Mirando desde la ventana, a los hombres sudorosos y musculosos, al final del día ella simplemente "
¡En cuanto a mí demasiado trabajo de la mano, y al final y todo el sado absoluta - Mazeo lo que es! ¿A quién le gusta eso? ¡Personalmente, ni siquiera me gusta ver!